siguiente
anterior
93 Pág. Escritores Juan Carlos Merino

 

A la altura de la número cincuenta no pude dejar escapar un “pero ¿están de broma?” que causó que mis compañeros de entrevista me miraran. La pregunta que había llamado mi atención era ¿Tiene antecedentes penales? Si la respuesta es afirmativa, marque con una X los motivos o la causa. Y continuaba dando cinco opciones a marcar:

Narcotráfico
Robo e intimidación
Asesinato
Delitos económicos
Otros

Sorprendido, no pude más que sonreír, comprobando que el resto de mis contertulios me miraban sin inmutarse.

—Entre nosotros, —les dije sonriendo— ¿No os parece un poco absurdo este test? Esta pregunta de los antecedentes es un poco cómica —tan solo el muchacho, que estaba a mi lado, me miró con expresión distinta. En un rápido vistazo pude ver que, en su test, aparecían marcadas con afirmación las casillas de Narcotráfico y Robo con intimidación—. Perdona —le dije—, creo que te has equivocado.

El chaval observó su test y me contestó con un "¿Algún problema colega?" bastante cortante, que fue suficiente para hacer que me centrara de nuevo en mi labor.

Para cuando Federico regresó, todos habíamos terminado. Recogió los test uno a uno, el mío el primero y tras examinarlo con brevedad, me invitó a seguirle hasta una sala contigua.

“Vale. ¿Y ahora? ¿Las pruebas físicas? Sople por este tubito, por favor”, pensé.

Se acomodó en una silla y  yo en otra, justo enfrente.

Examinó el test durante unos segundos, con actitud mecánica: arriba, abajo, por delante, por detrás, un, dos, un dos...

Escribió un par de notas al margen (para mí que se hacía el interesante) y me dijo:

—Bueno, pues cuéntame algo sobre ti.